lunes, 16 de abril de 2012

'Up All Night'... ¿quién?



Con Christina Applegate, Will Arnett y Maya Rudolph como protagonistas, muy mal hay que hacerlo para no troncharse con una sitcom. ‘Up All Night’ lo ha intentado, y los actores han estado sublimes, pero… pero es que el guión no daba para más. El resultado: una pasable comedia de corte familiar que podría haber sido grande pero se ha quedado en un mero intento de dar el pelotazo. Y esto, lo que podría haber sido, es lo que más rabia da.

La serie se centra en un matrimonio, Reagan (Applegate) y Chris (Arnett), que se convierten intencionadamente en padres primerizos. Una premisa muy sencilla y manida pero que podía dar lugar a muchos gags y situaciones divertidas (todas esas que plagan las series “con bebé”). Por ahí anda Ava Alexandre (Rudolph), presentadora de un talk-show televisivo, donde Reagan ejerce de productora-guionista-showrunner. 


Si bien los primeros capítulos se centran en la vida cotidiana con el nuevo bebé (adorable Amy) luego la serie se pierde, y ahí ha seguido perdida y sin saber qué hacer hasta el final de temporada. Curiosamente las escenas más graciosas tienen lugar en las oficinas del programa de televisión, con una Ava sembradísima y loquísima y una Reagan que desprende química por los cuatros costados. Al cóctel se suman la secretaria o el amante extranjero de Ava. Secundarios que están siempre en el límite, al igual que el trío principal. Un quiero y no puedo continuo. Un “quiero hacer reír pero es que, mira, en serio, el guión no me lo permite”

El problema es que se nos había vendido una serie “con bebé” (que sí, que seguro que sabéis a lo que me refiero). Familiar, sí, pero divertida (las promos me parecían delirantes). Además el opening nos presenta a unos padres juerguistas, razón de más para tenerlo difícil arreglándoselas con su nuevo retoño. Pues bien, creo que son dos los capítulos en los que salen de fiesta por ahí, y el bebé queda en un segundo plano (o tercero) y casi ninguna trama está centrada en él (ella). Sinceramente, no sé qué tiene que ver el título del producto con lo que ha sido al final. Ni noche, ni juerga, ni bebé molesto, ni padres con ojeras ni nada de nada. ¿Up all night?¿En serio?¿Quién?


‘Up All Night’ ha ido dando tumbos sin encontrar muy bien su sitio, desaprovechando enormemente la capacidad cómica de todos los actores. Existía un potencial enorme, y la química entre todos ellos es genial; desgraciadamente no sabemos bien a qué han jugado los guionistas. Cambiando la ‘premisa’ de la serie a mitad de temporada e incluso cambiando el opening, el espectador, que estaba ya aburrido, se ha confundido y ha dejado de verla. Intentaron mejorarla, pero nunca ha terminado de despuntar.


Lo peor es ver que siempre se queda a medias. Que siempre saca la sonrisa pero nunca llega a hacer reír. Que podría haber creado ese “universo” que tanto gusta en las comedias (hablo de eso que tienen ‘How I Met Your Mother’, ‘Cougar Town’ y ahora empieza a tener ‘New Girl’). Porque es genial que una escena subida de tono esté intencionadamente pixelada. Y también es genial que cada insulto que salga por la boca de alguno de los protagonistas sea censurado con el molesto pitido. Esos pequeños detalles son los que convierten a una serie más, en un producto televisivo con identidad propia; y este ha sido el gran fallo de ‘Up All Night’. La materia prima era buena. Qué digo, buenísima; pero no se ha sabido aprovechar y el resultado ha sido mediocre (que no malo, ojo).


A pesar de todo, la serie es disfrutable. Se sustenta completamente en las tablas de los tres protagonistas, que, dentro de sus posibilidades, consiguen crear personajes entrañables. Además, Maya Rudolph va de cabeza (con gafas y gorro de natación) hacia la nominación en los Emmy como mejor actriz de reparto en el terreno de comedia. Actores enormes, personajes flojitos.

Yo me quedo con las caras de Reagan y sus escenas con Chris, y con ese finalazo que se marcaron con el 'Total Eclipse of The Heart'. Y con lo entrañable de esta pareja y lo bien que quedan juntos. Y con los vecinos tocapelotas, y con 'Earl' juntándose con Alexandre... en definitiva, con la sonrisa que siempre consiguen sacar. Y sobretodo, me quedo con Ava y el vídeo homenaje al difunto compañero de trabajo (ese momento, en uno de lo primeros episodios, sí que me sacó una enorme carcajada. EL gag, EL momentazo de 'Up All Night').

El último capítulo servía como cierre perfecto a la larga temporada (24 capítulos, ahí es nada) y aún no sabemos cuál será su futuro. Si los responsables (NBC, en serio, sienta la cabeza ya) se dan cuenta de todo lo que les queda por pulir y vuelve con una segunda temporada, la recibiremos de buena gana. Si no, no la echaremos demasiado de menos. 



PD: Christina Applegate, lee detenidamente los guiones antes de aceptar un proyecto, por favor. Ya vimos lo que te pasó con 'Samantha Who?'...